El nombre del rito proviene de la ciudad de York, Inglaterra, considerada por la tradición masónica como el lugar donde se celebraron las primeras reuniones organizadas de masones en el año 925, bajo el patrocinio del Rey Athelstan, quien designó a su hijo Edwin como Gran Maestro de la Confraternidad. En aquella asamblea se aprobó lo que se conoció como la Primera Constitución de York, que posteriormente fue revisada en 1350 durante el reinado de Eduardo III.
Este rito fue descrito por Albert Mackey como “el primer rito utilizado en la Gran Logia de Inglaterra” y desde allí se extendió a Francia y América. En los Estados Unidos, el Rito de York tomó una forma particular, constituyendo una de las bases de la masonería estadounidense contemporánea.
A diferencia de otros ritos, como el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, el Rito de York mantiene una estructura basada en grados simbólicos y capitulares, destacando por su enfoque en la enseñanza espiritual progresiva.
El Rito de York se divide en varias etapas o cuerpos masónicos:
La base de toda la masonería está constituida por los tres grados simbólicos que se trabajan en las Logias de San Juan:
Aprendiz Masón (Primer Grado): Introducción a los principios morales y filosóficos de la masonería, enseñando los valores de disciplina, obediencia y humildad.
Compañero Masón (Segundo Grado): Desarrollo de las facultades intelectuales y comprensión del simbolismo arquitectónico, especialmente el Templo de Salomón.
Maestro Masón (Tercer Grado): Culminación de la masonería simbólica, donde se revelan importantes lecciones sobre la vida, la muerte y la inmortalidad del alma.
Este cuerpo es fundamental en el Rito de York, ya que complementa y finaliza el conocimiento iniciado en la masonería simbólica.
Maestro de la Marca: Introduce la importancia del trabajo bien hecho y el reconocimiento del mérito individual. El símbolo de la "marca" personal es central en este grado.
Maestro Excelente: Se centra en la organización del trabajo para la construcción del Templo de Salomón.
Masón del Real Arco: Considerado el grado culminante de la masonería capitular. Revela los secretos que permanecen ocultos para el Maestro Masón en la Logia Azul, relacionados con la "Palabra Perdida".
Importancia del Real Arco:
El grado del Real Arco es crucial porque representa la recuperación de conocimientos y verdades perdidas en la masonería simbólica. Sin este grado, el tercer grado del Maestro Masón se considera incompleto.
Este cuerpo se enfoca en los "secretos crípticos" relacionados con la construcción del Templo de Salomón y la preservación del conocimiento masónico.
Maestro Real: Enseña cómo los secretos de la masonería fueron preservados antes de la destrucción del Templo de Salomón.
Maestro Selecto: Relata los esfuerzos por seleccionar a los masones dignos de preservar esos secretos.
Maestro Súper Excelente: Centrado en la caída del Templo y la lealtad de los masones incluso en tiempos de adversidad.
Importancia del Consejo Críptico:
Los grados crípticos son altamente simbólicos y profundizan en el concepto de la "Palabra Perdida", mostrando cómo el conocimiento masónico fue protegido durante tiempos difíciles.
Este cuerpo es el más distintivo del Rito de York y tiene una fuerte influencia cristiana, a diferencia de otros cuerpos masónicos que son más universales en su enfoque.
Orden de la Cruz Roja: Basado en las virtudes de la verdad y la fidelidad, este grado relata el retorno del pueblo judío desde el exilio en Babilonia.
Orden de Malta: Fomenta los ideales de caridad y sacrificio, y tiene una fuerte conexión con la historia de los Caballeros de San Juan de Jerusalén.
Orden del Temple: El grado más elevado y solemne del Rito de York. Se centra en la dedicación a los principios cristianos de fe, esperanza y caridad, evocando la memoria de los Caballeros Templarios históricos.
Importancia de la Masonería Templaria:
Este cuerpo simboliza la culminación espiritual del masón dentro del Rito de York, guiándolo hacia una vida de servicio y defensa de los ideales masónicos y cristianos.
El Rito de York se diferencia de otros ritos masónicos en varios aspectos:
Grados Capitulares y el Real Arco: A diferencia de otros sistemas masónicos, el Rito de York enfatiza la importancia del grado del Real Arco, considerado esencial para completar el tercer grado simbólico.
Estructura Independiente: Los cuerpos masónicos dentro del rito (Capitulares, Crípticos y de Caballería) operan de manera independiente, permitiendo un avance progresivo basado en el interés y el conocimiento del candidato.
Conexión con la tradición: Las enseñanzas del rito giran en torno a la construcción del Templo de Salomón y su simbolismo espiritual.
En los Estados Unidos, el Rito de York ha mantenido una fuerte presencia desde el siglo XVIII. La formación de la Gran Logia de Inglaterra en 1717 limitó inicialmente los grados masónicos a los tres simbólicos, pero las logias que practicaban el grado del Real Arco formaron su propia Gran Logia en 1751, conocida como los "Antiguos".
Tras la fusión de las dos grandes logias en 1813, el Real Arco se mantuvo como parte esencial de la masonería, practicado en capítulos directamente aliados a las logias simbólicas.
El Rito de York americano consolidó su estructura con la creación del Gran Capítulo General de Masones del Real Arco y el Gran Consejo General, encargados de regular los grados crípticos y las órdenes de caballería.
El Rito de York es altamente apreciado por los estudiantes serios de la masonería debido a su enfoque en la revelación progresiva del conocimiento masónico. Desde los grados simbólicos hasta las órdenes de caballería, cada paso del rito busca profundizar en el simbolismo masónico y la búsqueda de la Palabra Perdida, un concepto central en la tradición masónica.
En particular, los grados crípticos preservan el conocimiento sobre la pérdida y recuperación de la Palabra del Maestro, mientras que las órdenes templarias simbolizan la reconstrucción espiritual del Templo y la integración del masón en las tradiciones caballerescas.
El Rito de York ofrece una experiencia masónica de crecimiento integral de sus miembros a través de los cuatro cuerpos principales.
Para los miembros de la logia, este rito representa una vía para alcanzar un entendimiento más profundo de la fraternidad, la lealtad y el servicio. Además, la hermandad, el apoyo mutuo y el enriquecimiento espiritual de los miembros se consolidan a lo largo de su recorrido, proporcionando una plataforma única para el desarrollo personal, la solidaridad y la participación activa en el fortalecimiento de la comunidad masónica y más allá